La abundancia de diferentes
productos en determinados lugares, llevó a la necesidad de establecer las
ferias o mercados, con el fin de facilitar el intercambio. Había frecuentes
mercados públicos en lugares importantes como Bacatá, Zipaquirá, Tunja y
Turmequé; estos se efectuaban cada cuatro días.
Este intercambio permite
afirmar que entre los muiscas, el desarrollo tecnológico logrado y la efectividad
del trabajo, produjeron un excedente, que era destinado en parte al
almacenamiento para el pago de tributos o como reserva para épocas de crisis;
la otra parte era utilizada para el trueque con otros grupos indígenas.
Los muiscas utilizaron discos
de oro, especie de moneda de diferentes tamaños, peso y forma, lo que permite
afirmar que no lo utilizaban como tal, sino como forma de conservación del oro.